El panorama para los presos políticos venezolanos se presenta igual al vivido hasta ahora. Innumerables audiencias, que son aplazadas por cualquier causa ajena a la voluntad de hacer justicia. Traslados de los casos de una jurisdicción a otra. No solo encarcelamiento, sino ser privados de su libertad en penales para presos comunes, como si disentir fuera un delito. Condenas injustas a decenas de años de cárcel por crímenes que no han cometido, y, sin ni siquiera considerar una revisión. Sus respectivas familias sufriendo y pasando penurias de todo tipo.
Los familiares de los presos y sus defensores nunca han cesado en la búsqueda de justicia, van y vienen de un tribunal a otro. Hablan con todo aquel que quiera oírlos, acuden a las instancias a las que haya que acudir, nacional e internacionalmente. No han dejado un resquicio que no haya sido utilizado, exponiéndose en esta Venezuela nuestra, en la que cada día hay más peligros, que nos colocan a merced del pillaje. Todos sabemos quienes son los nobles seres que desde un principio han dedicado sus esfuerzos profesionales a la defensa de los desafortunados presos políticos
Aquellos medios que aún y a pesar de todos los ataques sufridos, (multas, amenazas, atropellos, confiscación de sus instalaciones y equipos, agresión física a sus comunicadores) persisten en actuar para cumplir con el objetivo primordial de un medio que no es otro que informar, le han dado cobertura hasta donde les ha sido posible a las diligencias y actos llevados a cabo a favor de los presos políticos.
Mientras el Poder Judicial mantenga una relación de dependencia directa del Poder Ejecutivo, las decisiones que tomen los jueces con respecto a estos casos no serán otras que las que convengan al régimen. Algunos presos han sido liberados después de haber pasado meses o años de cárcel sin razón alguna, lo cual ha dependido única y exclusivamente de la voluntad del primer mandatario
Todo lo anterior constituye una demostración clara de la naturaleza del régimen al cual se enfrentan quienes disienten y que por demás han tenido la desgracia de estar encarcelados precisamente por su disentimiento. Es preciso unir esfuerzos, para continuar con la defensa de quienes están pagando con la pérdida de su libertad, acusados por crímenes de los cuales son inocentes: si es verdad que deseamos que la justicia sea hecha . Es un deber persistir en mantener vivo el lema ¡ Prohibido Olvidar!. El olvido con respecto a estos casos NO puede ser una opción.
Mercedes Montero
Saturday, 20 June 2009
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment