Las torturas de los presos políticos en Venezuela (1er artículo)
Caso: Bombas en la Embajada de España y Consulado de Colombia.
General Felipe Rodríguez, Silvio Mérida Ortiz, Raúl Díaz Peña, Cabo Sifontes
En este año 2008, se celebra el 60. Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la cual se fundamenta la Ley Internacional de los Derechos Humanos, que en su artículo 5 dice “Nadie debe ser sujeto a torturas o trato cruel, inhumano, degradante, o punitivo”. Este artículo ha sido la base para escribir tratados sobre la materia. Sin embargo a pesar de estar establecida la prohibición de tortura en este magno documento, todavía el camino a seguir para que se acate esta orden de respeto al ser humano, tiene escollos que varían en tamaño de acuerdo con el gobierno de cada país.
Venezuela, país en el que se perdió la independencia de los poderes, se está escribiendo una historia de tortura aplicada a los prisioneros políticos, quienes con humillación, dolor físico y moral .han vivido cada uno de los días de los años que tienen presos, habiéndoseles negado completamente la justicia.
En esta oportunidad copiaré una síntesis de la reseña de las torturas sufridas por los condenados por el caso de las bombas en la Embajada de España y Consulado de Colombia, tomada del artículo de Martha Colmenares “Condenados General Felipe Rodríguez, Raúl Díaz y Silvio Mérida”.
General Felipe Rodríguez:” Y esa sala de audiencia este 8 de abril de 2008, fue cómplice de la justicia revolucionaria, la juzgadora arremetió de manera salvaje contra el declarante imposibilitando así su derecho a ser oído, ante tal aberración el General solicitó no continuar y bajar del estrado lo cual le fue negado, la protesta de sus abogados condujo a que éstos fueran expulsados de la sala, la juzgadora instó a que el representante del ministerio publico realizase su interrogatorio aún sin la presencia de los defensores del imputado, esto desbordó el precario curso de la audiencia ante lo ilegal e insólito de esta situación, poniéndose de pie Silvio Mérida Ortiz y Raúl Díaz Peña exigieron ser retirados del tribunal como protesta y en señal de respeto y solidaridad con el General Rodríguez”
Silvio Mérida Ortíz :”Cuando lo detuvieron cuerpos policiales simulando un secuestro, lo dejaron varios días sin comer, sin tomar agua, sin permitirle el uso de un baño para sus necesidades, tenía que hacerlas sobre su ropa, fue llevado a unos sótanos donde lo obligaron a desnudarse. Le vendaron los ojos hombres encapuchados, le amarraron las manos, por los tobillos lo ataron con unas cadenas y lo colgaron del techo. Tomaban su miembro para jalarlo con una pinza…Recibió descargas de electricidad en los pies. Lo quemaron en las muñecas, en los costados. Le negaron además ingerir los medicamentos que requiere para controlar su cuadro de epilepsia e hipertensión. Todo aquello parecía no ser suficiente para sus verdugos, luego fue objeto de amenazas. La de matar a sus hijos si no decía lo que ellos querían. Es apenas muy poco de todo lo que escuché. Un testimonio de 3 horas”.
Raúl Díaz Peña: “Durante su tiempo en prisión Raúl empezó a sufrir de dolores en los huesos por las temporadas encerrado en los calabozos sin que lo sacaran a al sol y a corrientes de aire natural, además de gripes mal curadas, que fueron complicando su estado de salud. Se contagió de una bacteria que se hizo resistente a los antibióticos. Debe ser sometido a una operación, pero en reclusión esto es imposible, actualmente su estado de salud empeora y corre altos riesgos”.
Cabo Sifontes, “Estuvo imputado en otro caso en el año 2003, cumplidos algunos años de condena, recientemente salió en libertad por beneficios procesales de ley. Declaró ante el Tribunal Cuarto de Juicio, que lo desnudaron, le vendaron los ojos y le amarraron los pies, lo colgaron a 50 centímetros del piso, le pusieron electricidad en los genitales, por 18 días… La relación de actos inhumanos pareció no gustarle mucho a la “juzgadora”, que lo instó que no era necesario la referencia de los detalles, a pesar que fue por parte del Ministerio Público acusador, que se le solicitó el testimonio. Señaló que lamentaba haber tenido que acusar en su oportunidad al general Felipe Rodríguez, de actos que no cometió, pero que se entendiera que fue por las torturas, que estuvo bajo presión cuando fue detenido y en constante amenaza para que señalara al General.”
A este Poder Judicial se enfrentan los abogados y activistas que con toda valentía asumen la defensa de los presos políticos. Defenderlos es andar un camino que representa todo lo contrario a la moral y a la justicia que con tanto ahínco persiguen..
Para los presos políticos el andar ese mismo camino con una dignidad que no les ha podido ser arrebatada, es alcanzar la meta de la libertad y la justicia que a ellos les ha sido negada.
A ambos grupos debe dedicárseles una palabra de solidaridad que haga nacer la esperanza, que da la fuerza para vivir cada día
Cada día vivido representa un paso hacia delante para llegar adonde queremos ir.
Cada día habrá una oración por ellos.!Dios los bendiga!
Dios nos oiga y suceda el milagro de su liberación, porque con el Poder Judicial que existe en Venezuela solo un milagro nos hará verlos liberados.
Mercedes Montero
Mechemon99@yahoo.co.uk
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